Abordar un libro, según Alejandra Di Girolamo
Pistas metodológicas Todo texto plantea una cuestión central que es necesario resolver: Cómo abordar su lectura. ¿Podría existir una metodología para hacerlo? ¿Si así fuera, tendría sentido práctico su aplicación? ¿Qué espera cada lector obtener de la experiencia de lectura? Algunas pistas metodológicas pueden extraerse de las reflexiones que siguen.
Los que tenemos cierta edad hemos sido educados (marcados) bajo la estricta consigna que los libros no se escriben.
En muchos períodos de mi vida, los libros de estudio fueron centrales. Cuando aparecieron los resaltadores vinieron a romper con esa tradición tan arraigada. Escribía conceptos en los márgenes, subrayaba y armaba redes conceptuales en afiches gigantescos que pegaba en la pared de la cocina. Era tan amplia que me permitía relacionar un concepto con cualquier otro que las dimensiones de la cocina facilitara. Un hipertexto precario y visual que me permitía tomar distancia y ver en su totalidad el objeto de estudio.
Con la diversidad de medios, fue cambiando mi forma de relacionarme con los textos y hoy no encuentro una forma o metodología que me sirva para todos por igual. El diario (formato papel), de atrás para adelante, salvo raras excepciones. Si alguna nota me parece interesante recorto el diario si estoy lejos de mi PC, para no olvidarme de leerla exhaustivamente, sino va a Favoritos, a Delicious, a algún blog o soporte digital.
Si no tengo mucho tiempo para leer o si ya leí bastante y la vista no resiste, busco el material entre los audiolibros, si no lo encuentro y consigo el texto lo convierto a mp3 con algún software como Loquendo con alguna voz sugerente y lo escucho en algún viaje o al irme a dormir (muchas veces tengo que volver sobre lo escuchado).
Leo en pantalla algunos artículos, registro la síntesis de acuerdo al tema en distintos soportes: digital, papel, audio. Con los libros de estudio, novelas, cuentos podría dividir la llegada a los textos en tres pasos, como las salidas de los adolescentes:
La previa: necesito que el texto me motive, me atraiga por alguna circunstancia, por el comentario de alguna persona confiable, por el tema, por algún episodio, porque sí, etc.
La lectura: Me apasionan los libros usados, escritos, con anotaciones en los márgenes, papelitos con citas, ideas, marcas de distinto tipo, a los cuales les voy agregando mis propias marcas. Me interrogan, me hacen pensar más allá. Parecido a lo que me ocurre con los comentarios en las notas online. A veces tomo nota de pensamientos, ideas, frases y las organizo de alguna manera.
El after: Los comentarios con otras personas que leyeron lo mismo, las búsquedas en Internet para ampliar y conocer más sobre lo leído. Y sobre todo, lo mejor, lo que queda.
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Categoría: Abordar un libro