Abordar un libro, según Daniel Krichman
Pistas metodológicas Todo texto plantea una cuestión central que es necesario resolver: Cómo abordar su lectura. ¿Podría existir una metodología para hacerlo? ¿Si así fuera, tendría sentido práctico su aplicación? ¿Qué espera cada lector obtener de la experiencia de lectura? Algunas pistas metodológicas pueden extraerse de las reflexiones que siguen.
Lo que más leo es material de no-ficción. Mi horario favorito para hacerlo es la mañana. Cuando me toca leer en grupo, me gusta interrumpir la sesión y desplegar las ideas que aparecen. Pensar en voz alta. Cuando leo sólo, voy línea a línea, idea por idea, busco relaciones. Nunca estoy más de una hora seguida leyendo. Necesito alejarme, tomar distancia y volver. Le entro muchas veces al texto, me levanto, lo pienso, lo releo, le paso el peine fino. Lo que más hago es relacionar el nuevo texto con lo que conozco. A medida que voy avanzando me van apareciendo ideas de aplicación y voy tomando apuntes afuera del libro. Leo muchas más horas en la pantalla que sobre soportes de papel. Siempre que puedo elegir prefiero el formato digital. Escribo gran cantidad de notas, resalto partes del texto, subrayo, discuto con el autor, anoto las relaciones que me suscita cada pasaje (eso resulta más fácil trabajando sobre una pantalla).
Adicionalmente siempre tengo abiertas varias ventanas: la Wikipedia, diccionarios, traductores, buscadores, textos de referencia, lo que necesite. De todos modos, mis libros mayores con soporte papel están absolutamente escritos, apuntados, subrayados, con las puntas dobladas para indicar páginas…
En la escuela primaria me machacaron con que los libros no se marcan. En la secundaria, tuve un profesor que decía: uno conoce un texto cuando puede tirarlo al piso y hacer que el libro caiga abierto en la página que necesita.
Todavía no conseguí hacer que eso pase, pero obviamente opté por este camino.
Categoría: Abordar un libro
Interesante planteo
Gracias por pasar y dejar tu opinión, Gabriel.