Abordar un libro, según Nydia Aballay
Pistas metodológicas Todo texto plantea una cuestión central que es necesario resolver: Cómo abordar su lectura. ¿Podría existir una metodología para hacerlo? ¿Si así fuera, tendría sentido práctico su aplicación? ¿Qué espera cada lector obtener de la experiencia de lectura? Algunas pistas metodológicas pueden extraerse de las reflexiones que siguen.
En la niñez fui cautivada por libros mágicos, de cuentos y poesías. Con los primeros libros de la colección Mi libro encantado quedaba absorta en las largas siestas pueblerinas. No sólo los escritos sino también las imágenes me conmovían profundamente. Podía ser una poesía o un cuento al que buscaba obstinadamente leer y re-leer. Primero en la niñez, luego en la etapa adulta, nuevamente, a mis hijos.
Desde la cuna, Érase una vez y Las hadas fueron los tomos que me acompañaron y me enseñaron a ver la vida de otros, la que podía ser la mía. Y con los libros pude entenderme (en parte) y entender a los demás. ¿Qué le pasa al personaje? ¿Por qué le pasó lo que le pasó? ¿Y cuál fue su suerte? Qué lástima que le haya sucedido lo que le sucedió.
Así fui sintiendo emociones, vivencias y sentimientos ajenos y propios. Y me sentí un poco menos sola, y un poco menos triste. A veces, muy triste.
Una imagen podía entretenerme horas. Si un dibujo me apasionaba, lo escrutaba, lo analizaba hasta en el más ínfimo detalle. Lo mismo me pasó con las primeras revistas, por supuesto, las que todavía siguen vigentes Anteojito y Billiken, ¡tan esperadas! Y las historietas, ¡Qué te cuento! Eran la televisión que no veíamos.
Las revistas de novelas ¡un encanto! Cada foto mostraba no sólo lo que pensaban los protagonistas, sino también, lo que sentían. ¡Gratos momentos! Luego se complementaron con los libritos de novela Corín Tellado, los que a hurtadillas leía, hasta debajo de las sábanas con una linterna en la noche.
La lectura es para mí, sinónimo de placer, inquietud y reflexión.
Hoy no sólo leo en formato papel, sino que también leo en formato digital. Aunque ya no es lo mismo, puedo decir, que sigo prefiriendo los libros que se tocan, se ven y se palpan. Los que pesan y se hacen viejos. A los que hay que cuidar y recomendar.
Creo que Los libros son caminos que pueden conducirte a la salida del laberinto de tu vida.
La autora en su salsa: Nydia Aballay
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Categoría: Abordar un libro