Abordar un libro, según Viviana Ruscio
Pistas metodológicas Todo texto plantea una cuestión central que es necesario resolver: Cómo abordar su lectura. ¿Podría existir una metodología para hacerlo? ¿Si así fuera, tendría sentido práctico su aplicación? ¿Qué espera cada lector obtener de la experiencia de lectura? Algunas pistas metodológicas pueden extraerse de las reflexiones que siguen.
Lo breve, si bueno, dos veces bueno; y aún lo malo si breve…
Creo que existen múltiples formas de abordar un texto, mi preferencia pocas veces fue la lineal. Aunque pertenezco a una generación donde la lectura de textos fue esencialmente lineal, desde chica tuve cierta tendencia a revelarme frente a esto. Generalmente adoptando una actitud ansiosa. En momentos en que mi mente se dispersaba de la lectura, comenzaba a ojear rápidamente los párrafos de las últimas páginas, sobre todo cuando se trataba de un texto literario.
En los casos en que el final era atrapante lo leía para conocerlo en ese instante, luego crecía mi interés por saber cómo se había alcanzado dicho estadio, de modo que continuaba con el nudo, así cuando aparecía algún elemento que no comprendía retomaba parte de la introducción. Finalmente, a fin de reorganizar la información mental, me resultaba necesaria una re lectura entre líneas, esta vez sí, de la manera más tradicional.
Exponiéndome, a través de estas palabras, a ser juzgada por mi conducta como lectora, me animo a hacerlo principalmente, motivada por los cambios que en la actualidad se producen a partir de las nuevas narrativas que nos presenta la cultura digital, hipertextuales, multimediales e interactivas. Aquello que durante muchos años me resultó un dato inconfesable, hoy me devuelve a un estado de transparencia, con mi modo singular de abordar la lectura.
Tampoco es menor el dato, de que la gran mayoría de las veces, la lectura me resulta disparadora de nuevos pensamientos e ideas, muchas veces más cautivantes que las del texto mismo.
Y aquí se presenta el dilema mental, de cómo volver sobre aquel texto cuyo interés ya he perdido, aunque mi deseo me indique dejar de lado aquel texto, mi moral me obliga a retomarlo, sobre todo si las circunstancias lo ameritan.
Sabrán entender, que me estoy refiriendo a aquellas lecturas que nos obligan a no poder renunciar a ellas tan simplemente, estas pueden ser algunas de las que nos han acompañado durante nuestra formación académica o aquellas que exigen en nuestra labor diaria. Se trata de lecturas alejadas del placer de la lectura misma, tal como es la finalidad principal de la lectura.
La autora en su salsa: Viviana Ruscio
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Categoría: Abordar un libro