Adiós a la depresión
¿Por qué nos deprimimos? ¿De qué se trata la depresión? Evidentemente no disponemos de una única respuesta y la que cada uno adopte como cierta tendrá que ver con su propia posición ética, con su manera de estar en el mundo, con su mirada acerca de por qué y para qué está en el mundo.
Sin embargo, más allá de cuál sea la respuesta a la causa probable, es posible identificar algunos rasgos típicos: Siempre hay una frustración o una pérdida asociada a un estado depresivo, tanto sea que se trate de un niño, de un joven, un adulto o de un adulto mayor. El ingreso a la adolescencia, signado por cambios hormonales y corporales, la ruptura de una relación, la pérdida de un trabajo o la muerte de alguien cercano, pueden expresarse en cada quien como un cambio importante en su relación con el afuera, con su percepción del mundo exterior y eso ser asumido como un desequilibrio, como una demanda de hacer algo que uno siente que no podrá hacer.
Para algunas miradas, la depresión es un trastorno biológico, para otras es un trastorno en la conducta, en el alma y esto es lo que determina cambios metabólicos que refuerzan el ciclo.
En el esoterismo, se llama (metafóricamente) La Noche Oscura del Alma (expresión atribuida a San Juan de la Cruz) a la fase espiritual de una persona, que pierde el sentido de la vida y que está en soledad o deprimida (desolación). En este estado suele perderse la fe y las ganas de seguir adelante.
Para la mirada psicoanalítica se trata de un modificación profunda del humor, en el sentido de la tristeza y del sufrimiento moral durante la cual toda actividad queda desinvestida.
Podríamos recorrer diferentes discursos y advertiríamos que algunas ideas acerca de eso que no anda casi siempre se nombran en términos como pérdida, frustración y perturbación momentánea.
Es cierto que hay grados diferentes, síntomas diferentes, patologías asociadas diferentes, porque lo propio del ser humano es la singularidad. Sin embargo, también podría pensarse que la depresión es un estado de reorganización interna, de revisión en la que se contrastan muchas de las cosas que uno percibe como valiosas y llenas de sentido.
Sin temor a equivocarnos, debemos estar seguros que encontraremos de nuevo el sentido de la vida y nuevos caminos. La meta es sostenerse después de la tormenta, encontrando el equilibrio. Cierra los ojos, respira. Recuerda: “Después de la tormenta llega la calma”, es una realidad y hay que pasar por un proceso. Es doloroso muchas veces. Puede sucedernos una o varias veces en la vida, pero a todos nos sucede; es cuando las dudas salen a flote y nos preguntamos sobre el por qué de todo, de nuestra existencia.
El sostenerse después de la tormenta, se refiere a la cuestión del después: Si la depresión es un trastorno, eso implica que hay una normalidad, una vuelta al equilibrio (que para cada persona será diferente) ¿Cómo retomarla?¿Como volver a encontrarse con ella? ¿es posible hacer este tránsito en soledad o necesitamos ayuda de alguien?
Tampoco en este punto hay una respuesta única. En el artículo Cómo salir de la depresión se desarrollan algunos aspectos interesantes de esta problemática, desde la mirada del esoterismo.
Fuente de información: https://www.todoesoterismo.com
Categoría: Culturas