En el nombre de su nombre
Sergipe, nordeste del Brasil.
Paulo Freire inicia una nueva jornada de trabajo con un grupo de campesinos muy pobres, que se están alfabetizando.
—¿Cómo estás, João?
João calla. Estruja su sombrero. Largo silencio, y por fin dice:
—No pude dormir. Toda la noche sin pegar los ojos.
Más palabras no le salen de la boca, hasta que murmura:
—Ayer yo escribí mi nombre por primera vez.
De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
Tomado del Muro de Facebook de Mariana Caballero.
Categoría: Trama y relaciones