Freud, la Gestapo, la ironía
En 1938, Freud y su familia recibieron dos visitas de la Gestapo en su casa de Berggasse 19, Viena. En la primera requisaron la vivienda y se llevaron todo el dinero de la caja fuerte (una suma considerable). De cara a este asalto, el único comentario del viejo psicoanalista fue: Ni yo mismo he cobrado nunca semejante suma por una visita domiciliaria.
En la segunda visita se llevaron a Anna, la hija menor de Freud, quien ya para esa época, al igual que su padre, se dedicaba al psicoanálisis. Luego de 24 horas de detención, Anna fue liberada. Este último episodio, que se encadena a otros, es el que probablemente decide a Freud a emigrar a Londres. Desde la llegada de los nazis a Austria, amigos y colegas del Herr Professor habían insistido (sin éxito) en la conveniencia del exilio.
Con la ayuda de colegas y amigos, en especial Ernst Jones y Marie Bonaparte, y la asistencia de importantes influencias políticas, Freud y su familia obtienen un salvoconducto a Inglaterra.
Antes de la partida a Londres, y por tercera vez, Freud es visitado por la Gestapo; en esta ocasión le solicitan al anciano Herr Doktor que escriba una carta de su puño y letra indicando que la Gestapo no lo había tratado mal. Entonces Freud, escribe esta nota: Le recomiendo calurosamente a todo el mundo la camaradería de la Gestapo.
Luego Freud, el 4 de junio de 1938, emigró a Londres, con 15 personas más, entre las que se encontraba su familia, su médico personal Max Schur y su famila, y la empleada doméstica. Todo el grupo recorre Europa en el famoso Expreso de Oriente.
El texto corresponde a un fragmento de una nota publicada en el periódico Tiempo Argentino, y cuyo autor es Miguel Jorge Lares, el 14 de julio de 2014.
Tomado del muro del Facebook de Carlos Barbato.
Categoría: Actitud
Estimado Daniel, le escribe Miguel Lares, autor del fragmento que usted gentilmente reproduce aquí. No sé si fue en Tiempo Argentino que se deslizó el error de mi segundo nombre que es «Jorge» y no «Ángel». Si le es posible corregirlo aquí se lo agradecería, si no es posible, no hay inconveniente. Muchas gracias. Un saludo cordial. Miguel Jorge Lares.
Corregido! Saludos!