La constitución y fortalecimiento de los procesos organizativos a través de redes tecnológicas y sociales
María Rosario de la Riestra – Daniel I. Krichman
El trabajo en red constituye el modo estratégico más adecuado para el crecimiento colectivo en el marco de un modelo de aprendizaje colaborativo. La posibilidad de generar redes que hoy brindan las tecnologías es evidente.
Vivimos en una sociedad-red altamente interconectada, flexible y cada vez más interdependiente. Como lo explica el viejo adagio: la verdadera independencia es la interdependencia. Ser humano, ser persona, se es con otro. Somos personas porque el lenguaje nos instituye como tales. Y el lenguaje no es otra cosa que un dispositivo de mediación entre pares. Las organizaciones de la sociedad actual trabajan, cada vez más, en redes estratégicas de colaboración.
En una estructura de modelo jerárquico, los vínculos están determinados por el tipo de organización, pero lo que la define como tal es la existencia de enlaces permitidos y enlaces no permitidos (Castells, 2000). Contrariamente a eso, en una red todos los vínculos son posibles. Este elemento define la fluidez de los procesos que allí se operan. Hablamos de formatos de inmersión, en particular respecto a la adquisición de competencias, en oposición al modelo de la frontalidad (donde el que enseña está frente al que aprende).
Son estos procesos los que dinamizan y reformulan los vínculos, dando lugar a un tipo de organizaciones a las que vemos como comunidades de práctica (Wenger, 2001). Pero, a su vez, son productoras y regeneradoras de la red a la que pertenecen, tramando, en el colectivo u organización, el tejido relacional donde los individuos se desenvuelven. Las comunidades de práctica se constituyen a partir de dicha trama, y ésta se viabiliza como una conversación. Por lo tanto, es la acción colectiva una acción interindividual e interconectada, donde queda implícita esta colectividad, basada en un modo cultural común.
El vínculo del hombre con la tecnología es de tipo social, y allí las relaciones inter- subjetivas se tensionan, atravesadas por dimensiones constitutivas de la cultura. El dispositivo tecnológico permite poner en relación todos los componentes que conforman o tejen la red en una organización, entre los diferentes núcleos o comunidades de práctica. La red participativa de la organización se encuentra en constante transformación. Allí los objetos tecnológicos se ajustan según las intervenciones de los sujetos (acciones y discursos) y los requerimientos del contexto que éstos manifiesten. El dispositivo debe hacer posible ese vínculo entre sujetos, para viabilizar no sólo el aprendizaje a nivel individual, sino a nivel colectivo, en las organizaciones.
Las redes reestructuran el poder y el flujo de comunicación, tanto vertical como horizontalmente. Son medios que amplían las posibilidades de procesamiento de información y de aprendizajes, abriéndose de este modo, a la construcción colaborativa de conocimiento. Así, las social networking o redes sociales son entornos de interactividad donde los miembros participan responsablemente a través de diferentes dispositivos.
Cabe aclarar que se considera a la participación como la experiencia social de vivir en el mundo desde el punto de vista, no sólo de la afiliación a dichas comunidades, sino del involucramiento activo.
Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) permiten configurar una sociedad en red (conforman la infra red), para que los miembros se desarrollen interactuando colaborativamente (en comunidad) y pensando juntos (conversando), apropiándose de las herramientas y creando continuamente. Compartir información, diversifica su uso, porque permite una interminable secuencia de reinterpretaciones y reinvenciones. De este modo, ya no se puede pensar en productos acabados, sino en proyectos-procesos compartidos, co-creados y co-gestionados.
Esta interacción necesita de una apertura en la cultura relacional que tenemos, de un cambio paradigmático profundo en los valores y en las prácticas: estar vinculado, conectado, dar y recibir, facilitar la comunicación, escuchar al otro y por lo tanto, participar haciendo. Dado que el conocimiento es un recurso que, por medio de la interacción comunitaria, puede generarse y además compartirse con otras comunidades o individuos, sin que se pierda; se vuelve deseable la generación de condiciones para estimular la emergencia de estas comunidades tanto en los niveles intra como inter organizacionales.
La posibilidad de aprender colectivamente se genera a partir de una singularidad en la situación de interacción que se plantea en el dispositivo hipermedial de una organización. Allí se posibilita la conformación de su identidad y también la diferenciación con respecto a otras situaciones, construidas en el tiempo. Adicionalmente se estimulan las réplicas, que a su vez dan lugar a la generación de nuevas formas, lo que va configurando la trama de la cultura organizacional. Esa dinámica procesual sobre las posibilidades culturales de aprender y desarrollarse, constituye un modo diferente de aprendizaje respecto al modelo tradicional.
A partir de esta toma de conciencia, que excede lo educativo, se generan nuevas formas de conocer y por lo tanto de establecer los vínculos. Los modelos reticulares o rizomáticos son los que posibilitan una comprensión holística del proceso, porque permiten la exploración-verificación de todos los lazos.
Finalmente, destacamos que la posibilidad de supervivencia de una organización está dada por su capacidad para diseñarse a si misma como un sistema social de aprendizaje. Esto replantea la necesidad de considerar las relaciones que las comunidades mantienen entre si para poder participar en sistemas de aprendizaje más amplios que los de la propia organización.
Es justamente la implementación de un dispositivo tecnológico lo que hace posible el sostenimiento de estas relaciones.
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Categoría: Culturas, Tips y TICs
Excelente articulo , esta frase resume el nuevo paso a dar de la humanidad » destacamos que la posibilidad de supervivencia de una organización está dada por su capacidad para diseñarse a si misma como un sistema social de aprendizaje. Esto replantea la necesidad de considerar las relaciones que las comunidades mantienen entre si para poder participar en sistemas de aprendizaje más amplios que los de la propia organización.» El tsunami de la virtualidad ya esta en los limites de cada habitante, organizacion e incluso los gobiernos. La transparencia de los procesos va a ser un catalizador de una nueva forma de vida…que espero sea mas humana.
Colaboración y Redarquia
Mi creencia es que cada uno de nosotros va a ir desempeñando diferentes papeles en lo particular y en lo social acorde a la ¨Circunstancia ¨ y no de acuerdo a un SOP o Manual de Procedimiento Operativo Social o corporativo donde las alternativas están limitadas y todas quedan en un bucle cuando se acaban las opciones contempladas desde una visión jerárquica.
Cada opción es valida para una época, pero no para una evolución a nuestro real destino como habitantes de este planeta.
Solo espero que todos podamos aprender de los errores aciertos para crear un mundo mejor auto sustentable donde el ser humano se preocupe por su par inmediato y no por los espejos de colores y el canto de las sirenas.
Gracias Luis por pasar y enriquecer el posteo!